martes, 24 de enero de 2012

Proyecto nº3: Estrella de la mañana

Después de llevar varios meses en España, las pilas ya están de nuevo cargadas y mi cabeza ya necesita continuar funcionando.

Es por eso que me he puesto en contacto con una ONG con sede en Zaragoza llamada "Estrella de la mañana". Están trabajando en India, concretamente en Mundgod, una pequeña aldea cerca de Hubli, en el estado de Karnataka. Trabajan principalmente en la integración social de personas con discapacidad física, mental o sensorial.
Actualmente están llevando a cabo un proyecto de construcción de una escuela de formación profesional para niños ciegos y discapacitados. Motivo por el que acudo como voluntario para colaborar en la finalización de dichas obras. En cualquier caso siempre abierto a todo tipo de apoyo por mi parte, no necesariamente relacionado con la construcción.
Al fin y al cabo, cada momento allí es útil y puede ser de gran ayuda.

Con muchas ganas y mucha ilusión, continuo mi camino por el gratificante mundo de la cooperación y el desarrollo; buscando siempre la manera de que mi trabajo colabore para conseguir un mundo más justo y solidario.

Comienzo esta aventura el 15 de febrero (casualmente la misma fecha en la que el año pasado emprendí el primer proyecto) y con una duración aún por determinar.

Como he hecho anteriormente, os mantendré informados.

viernes, 13 de enero de 2012

... Quiero volver allí ...

Pensaba que ya estaba acostumbrado al mundo que me rodea, que ya había superado el choque sufrido tras mi regreso de la India, que ya estaba acostumbrado de nuevo a la vida del primer mundo.
Pensaba que ya me había adaptado de nuevo a la vida a aquí, a la vida en España; donde la gente disfruta de su vida en función al numero de ceros de su nómina, donde la gente piensa que su paga extra es una ventaja frente a los demás. En definitiva, donde la gente gasta y consume cuanto más, mejor.
MENTIRA!!!
Nunca me he acostumbrado (ni creo que pueda hacerlo). No quiero vivir por y para el dinero; no quiero hacer de mi vida un negocio que alimentar, una empresa que enriquecer. No estoy acostumbrado a que mi mayor preocupación en la vida sea cuanto voy a ganar o, según el momento del mes, cuanto me falta por pagar.
No quiero tener que pensar en cuanto dinero necesitaré para poder sobrevivir en Alemania 2 o 3 meses, no quiero pensar en el alquiler, en la comida, en la tarifa de internet, en el teléfono, en el coche, en la gasolina, en el seguro, en las cañas, en EL AIRE QUE RESPIRARÉ.
No quiero tener que vivir esos 2 o 3 meses pensando en a quien tengo que agradecerle que me de un trabajo muy por debajo de mi formación, pensando en a quien tengo que agradecerle que me alquile una habitación por 10€ menos que el vecino (aunque muy por encima del valor de un bien de primera necesidad). No quiero.
No me apetece vivir aquí, en una sociedad tan “económicamente avanzada” que desprecie los demás valores de la vida. No quiero vivir sin poder ser feliz por no ser el que más tiene.
Se que los que podáis estar leyendo esto no tenéis culpa de como se está rompiendo el mundo (aunque todos somos un poco responsables), que los verdaderos culpables de esta situación no están a mi alcance. Si lo estuvieran, apretaría el gatillo; Os lo juro.

Algo en mi a reventado por dentro y me ha hecho ver de nuevo que aquí no es donde quiero estar; que no es donde me tengo que quedar.
Voy a buscar de nuevo la manera de volver allí.
Allí donde el trabajo se valora por lo que supone, no por lo que vale; allí donde las sonrisas no se pagan y son correspondidas; allí donde la gente agradece tu presencia con la suya. En definitiva quiero volver a un país en vías de desarrollo, un país carente de la necesidad de demostrar tu valor con una cifra, un país en el que cualquier conocimiento o aportación es útil y agradecida sin necesidad de ser económicamente gratificada. Quiero volver allí.
Quiero seguir cooperando.